domingo, 19 de diciembre de 2010

Carta a Papa Noel

Dice la leyenda, que Papa Noel es un hombre gordo, de una gran barba blanca y que viste un traje rojo, su vehículo es un trineo que se ve arrastrado por renos, con la mágica capacidad de volar.


El habita en el Polo Norte, donde un millar de duendes le ayudan a fabricar los regalos y deseos de todos aquellos que se lo piden, claro está, hay un detalle muy importante para que este deseo y /o regalo sea cumplido esa persona debe haberse comportado correctamente y haber obrado en el bien…. Bueno aquí comienza mi conflicto, Papa Noel: No he sido alguien muy bueno y no hice las cosas muy bien, pero si desde aquella estrella brillante me estas vigilando sabes bien que trato que todo tenga un curso correcto y que al menos en aquellas cosas en las que están erradas trato de acompañar para que se desarrollen en la mejor normalidad.

No es algo que pueda comprar, o que alguien pueda regalarme lo que quiero yo pedirte, me gustaría encontrar el amor de familia que tanto deseo para mí y para Alejo, deseo ese milagro en el que en algún momento hace un tiempo atrás me hiciste creer, ojala puedas iluminar el corazón de aquel que sabe que lo quiero.

En resumen te pido Amor, El Amor, al compañero, al compinche con quien en complicidad nos riamos de los chistes que solo nosotros entendemos, aquel con quien poder jugar y compartir con mi cachorro, Santas no lo merezco, ni esto ni nada, pero regálame la oportunidad de poder vivir, de querer vivir, de tener con quien vivir...

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